sábado, 22 de agosto de 2015

El origen de la radio


«Aquellos locos años 20» se escucha como una melodía pastosa, entre el ruido sobrante dejado por los surcos de aquellos discos de goma que se tocaban en gramófonos. Debo decir que se escucha como una música feliz; te queda una sensación agradable seguir con un bamboleo de cabeza el ritmo bailable de las trompetas, los violines y la pianola entre sacudidas de platillos. Debe ser la post guerra que lanzaba a hombres y mujeres por igual al júbilo de las calles. Te hace imaginar a las mujeres revoloteando sus falditas, a los actores de cine que no se decían nada y los cómics en blanco y negro. El ruido dejado por la aguja al recorrer los surcos del disco te hace saber que se trata de una pieza auténtica de aquella época. Se parece mucho al ruido que nos llega desde el espacio exterior por medio de las ondas de radio. Dicen los científicos que ese ruido que se escucha cuando tratamos de sintonizar alguna estación en nuestro aparato de radio, son ondas electromagnéticas que nos están llegando con varios miles de millones de años de retraso desde que se emitieron por primera vez en algún punto del universo, ondas de radio de la misma manera que hay ondas ultravioleta, infrarrojas, rayos X  o rayos gama, y las cuales caben todas en el llamado espectro electromagnético. Así parece llegar ahora este sonido desde los lejanos y locos años 20, esta vez por un canal llamado Internet, de un hombre llamado Jack Smith que se hiciera popular cantando con voz de barítono y que nos dice susurrando desde el Bronx neoyorquino «♫...las mejores cosas de la vida son gratis ♫».